jueves, 16 de mayo de 2013

SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO


El Sistema Educativo Mexicano
Edgar Alejandro Medina Torres.
IPN, México.
Si bien la educación es uno de los factores generadores de bienestar social, desarrollo e igualdad, es por encima de cualquier cosa uno de los valores más importantes de la humanidad. Hablar del sistema educativo mexicano, es hablar de un tema complejo, pues en él están involucrados no solo complicados factores sociales, caracterizados por la integración de un amplio mosaico de grupos sociales con necesidades propias y particulares, sino que también, este sistema se ha forjado al calor de los diferentes movimientos sociales que se han vivido en los casi 200 años de historia independiente. Sumando a estos factores, los necesarios y en ocasiones (por no decir la mayor partes de la veces) incomprensibles intereses políticos y económicos de los responsables de conducir los destinos de la educación, que recientemente han aumentado su papel de protagónico en decremento de los auténticos intereses de la sociedad.
Todo esto junto con las siempre abundantes omisiones históricas y de ignorancia del autor de este texto, construyen trazo a trazo el complejo sistema educativo mexicano que desde sus inicios ha sido concebido como un monumental retablo barroco de estilo rococó.
Si bien el abordaje de este tema pudiera hacerse desde muy variadas perspectivas, he decido por conveniencia intelectual y de capacidad, el hacer un recuento histórico de cómo se ha ido construyendo el sistema educativo mexicano dejando siempre dentro del campo de visión del culto lector la posibilidad de encontrar un sin fin de anécdotas y hechos históricos no recopilados en este texto y que bien pueden ayudar a entender el momento que vive hoy en día la educación en México y sus instituciones educativas. (Ambicioso propósito, pero posible, gracias al enriquecimiento que como resultado de la discusión de lo relatado, tenga a bien hacer cada lector).
Educación precolombina y periodo colonial.
El sistema educativo mexicano, tiene un origen profundamente complejo, desde los antecedentes prehispánicos en los cuales el Calmecac y el Tepochcalli fungían como los principales recintos de educación “formal” de los pueblos sometidos por el régimen Mexica; cabe señalar que este sistema no era exclusivo de estos pueblos, ya que se sabe el modelo era compartido por casi todos los pueblos mesoamericanos.
Para los pueblos mesoamericanos era claro que toda su población debía recibir un mínimo de instrucción, así había escuelas para las clases altas de la sociedad y escuelas para los sectores populares. Los principales rubros a cubrir por parte de estas sociedades incluían el aspecto militar, religioso y productivo, dejando los estudios más avanzados y especializados a los sectores sociales encargados de gobernar.
Durante la colonia, el sistema de educación de los pobladores de la Nueva España, distinguía distintos tipos de educación:
  • La evangelizadora: la más importante desde el punto de vista de los propósitos trazados para justificar la expedición y conquista de los nuevos territorios y es importante mencionar que idealmente estaba dirigida a todos los grupos sociales.
  • Artes y oficios: en este rubro se preparaba a maestros artesanos capaces de cubrir las demandas de producción secundaria primordiales para el buen funcionamiento de las comunidades. (peleteros, talabarteros, zapateros, herreros, etc.). Cabe señalar que primordialmente este tipo de entrenamiento estaba dirigido a segmentos poblacionales medios y bajos.
  • Seminarios: enfocada a la formación de clérigos, representantes de la iglesia en los nuevos territorios. Aún cuando en teoría esta comunidad estaba integrada a partir de pobladores de todos los segmentos sociales los que provenían de los sectores más ricos y políticamente influyentes accedían preferentemente a los puestos de influencia política de la iglesia.
  • Universitaria: este rubro de educación estaba dirigido casi en exclusiva a los estratos altos de la sociedad novohispana y marginaba a los segmentos poblaciones más pobres.
  • Femenina: Al igual que la educación universitaria, este tipo de educación estaba dirigida a las mujeres de los grupos sociales privilegiados y en términos generales fue la que menos interés tenía de parte de las autoridades y en consecuencia su desarrollo fue casi nulo.
Aun cuando la educación estaba perfectamente dividida en los rubros necesarios para el buen funcionamiento de la sociedad del momento, la verdad es que la mayor parte de las funciones educativas tanto en cantidad como en importancia recaían en los diferentes grupos religiosos presentes en la época. El papel de las autoridades responsables de vigilar los intereses políticos y económicos de la corona española se limitaban básicamente a avalar los esfuerzos educativos realizados por los clérigos.
En un inicio la orden Franciscana fue la responsable de adoctrinar a los pueblos conquistados dentro de un sistema que les permitía, por un lado aprender el español y convertirse al catolicismo, y por otro el volverse agentes adoctrinadores; lo que hizo que el proceso de evangelización ocurriera de manera pronta y eficiente.
Si bien, los Franciscanos fueron los responsables de introducir el sistema educativo español, y lo adaptaron a las necesidades del Nuevo Mundo, fueron finalmente los Jesuitas los que obtuvieron el mayor poder político e ideológico en el periodo colonial y postcolonial. Este periodo de influencia terminó con el establecimiento de las leyes de reforma y la incautación de los bienes a la iglesia.
A pesar del crecimiento político y económico de los nuevos territorios hubo rubros educativos que no se desarrollaron al ritmo que la sociedad demandaba, como es el caso de la educación de las mujeres y de los jóvenes de clases inferiores (desde el punto de vista económico) lo que hizo que el poder educativo recayera principalmente en las instituciones religiosas y que en su gran mayoría distaban de proporcionar educación gratuita, lo que finalmente marginaba a grandes sectores de la sociedad.
Durante el periodo colonial, el sistema educativo predominante se caracterizaba por ser un sistema rígido, discriminativo y clasista, fundamentado en la filosofía de la religión católica y en el cual no se contemplaba al rubro educativo como un aspecto determinante en el desarrollo social; pues como es claro la corona española tenía a los intereses económicos como un asunto prioritario.
La independencia y el sistema educativo mexicano
En el periodo post independentista, el sistema educativo no cambio significativamente, las dificultades que enfrentaba la recién establecida nación mexicana fueron un factor definitivo en el estancamiento al momento de proponer, establecer y desarrollar un sistema educativo nacional.
La corriente liberal que habían accedido al poder una vez concluido el movimiento que dio independencia al país, propuso en 1833 una reforma liberal que proponía suprimir la participación de la iglesia en la educación, propuesta que no fue bien vista por los sectores conservadores de la población y como consecuencia esta idea se abandonó al año siguiente.
Durante este periodo la educación en México sufrió un severo estancamiento pues el desarrollo de las instituciones nacientes se vio relegado por los intereses político-militares emanados de los diferentes conflictos armados que se vivieron en la segunda mitad del siglo XIX.
El primer cambio radical que sufrió el sistema educativo del México independiente se consolidó hasta 1867 cuando se promulgó la Ley Orgánica de Instrucción Pública, durante los inicios del gobierno de Benito Juárez. Los aspectos a destacar de esta ley se enlistan a continuación:
Se otorgó el carácter de gratuidad y obligatoriedad a la educación primaria (lo cual abrió por primera vez la educación a los sectores más pobres de la población)
Se creó la Escuela de Estudios Preparatorios (institución educativa fundamentada en la corriente positivista), la cual tiene como encomienda el dotar de una base homogénea de conocimientos a los aspirantes a la educación profesional.
En resumen, esta ley fue la primera propuesta unificadora de la educación, concebido en el nuevo gobierno liberal, excluyendo a la religión de los planes de estudio y otorgando el carácter de laica a la educación ofertada por las instituciones oficiales; sin embargo las bondades de esta ley solo aplicaban en lo que refería a los territorios considerados federales incluyendo la capital del país, pero esta primera ley tuvo un gran impacto al momento de redactar las correspondientes leyes de educación en los diferentes estados de la República Mexicana.
A partir de la ley de 1867 en materia de educación, la infraestructura educativa contó con 4 570 escuelas en 1870, contrastando con las 2 424 que existían en 1857. Sin embargo el reto educativo seguía caminos sinuosos, ya que según estadísticas solamente el 19,4% de la población infantil asistía a alguna escuela.
Durante el porfiriato, el sistema educativo mexicano sufrió los embates de un gobierno centralista, el cual restaba capacidad de desarrollo a las instituciones educativas estatales por falta de financiamiento y la ausencia de una política nacional que fomentara el crecimiento y consolidación de un sistema auténticamente nacional.
Durante la gestión de Joaquín Baranda como Ministro de Justicia e Instrucción Pública se logró consolidar un proyecto “nacional”, el cual estableció la creación de cuatro escuelas normales que se sumaron a cuatro ya existentes y que se ubicaban en diferentes estados del país; destacando la Escuela Normal Nacional que desde sus inicios tuvo la facultad exclusiva de otorgar títulos para la enseñanza. Si bien durante este periodo hubo un evidente crecimiento y mejoramiento del sistema educativo “nacional”, el desarrollo del mismo en un gobierno centralista y la poca penetración de las modificaciones en los estados, contribuyó muy poco a dar el carácter auténticamente nacional a los programas desarrollados, pues como en el caso de la ley liberal de educación de 1867 solo aplicó en los territorio federales y la capital de país. Con este hecho, se beneficia nuevamente a solo un sector de la población, diezmando la capacidad de desarrollo de los estados y se ignora nuevamente a la educación como un factor desencadenante de desarrollo e igualdad social (aunque es importante señalar que ese no era uno de los objetivos que se había trazado el gobierno de Porfirio Díaz).
Con la llegada de Justo Sierra a la Subsecretaria de Instrucción Pública se plantea la necesidad reorganizar a las instituciones existentes y crear nuevas, con la idea de unificar el sistema educativo y expandirlo a todos los sectores de la sociedad y elevar el nivel escolar de la población mexicana. Como resultado de esta ardua labor Sierra crea la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1905 y la Universidad Nacional en 1910. Para Justo Sierra la Universidad le correspondía “la educación nacional en sus medios superiores e ideales, logrando la incorporación del conocimiento universal a las necesidades nacional y con una visión nacionalista”.
A pesar de las contribuciones de Sierra y Baranda en el periodo de gobierno de Porfirio Díaz y sumadas a las de otros intelectuales mexicanos como el caso de Enrique Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano, Ezequiel A. Chávez y José Vasconcelos el sistema de educación nacional sufrió un nuevo periodo de estancamiento, pues se dejó dela lado la educación básica y se privilegió a la educación universitaria, sin que esto se reflejara en beneficios para los sectores más pobres de la sociedad.
Durante el gobierno de Díaz, la escolaridad de la población fue cercana al 3% anual, y el porcentaje de escolaridad entre la población de 5 a 15 años fue del 23% al hacer la relación población y matricula; como consecuencia de lo mismo las poblaciones urbanas y semiurbanas fueron las principales beneficiadas por el sistema de educación básica mediante la instalación de nuevos planteles en las principales ciudades, dejando completamente olvidado a los habitantes del campo. Durante este periodo se hizo evidente el desproporcional apoyo otorgado a la educación universitaria dejando de lado el sistema básico.
La revolución armada y las nuevas responsabilidades educativas.
Durante el movimiento de revolución la educación en el país sufrió un escaso desarrollo como proyecto nacional y el impulso institucional vino principalmente de parte de los gobiernos estatales; sin embargo al finalizar este periodo en el congreso constituyente de 1917 se dio un paso importante en la consolidación del sistema educativo mexicano otorgando el grado constitucional al precepto laico, gratuito y obligatorio de la educación, de la misma manera se dan mayores facultades a los estados obligándolos a supervisar las escuelas primarias oficiales y privadas y se prohibió a la iglesia dirigir escuela de educación básica.
El gran error de este congreso constituyente fue el haber suprimido a la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes, sin asegurar el pleno funcionamiento de los órganos de supervisión educativa de los estados los cuales en muchos casos tuvieron que dejar de operar por falta de recursos financieros y humanos.
Este hecho se revertió afortunadamente con la creación de la Secretaria de Educación Pública (SEP) por José Vasconcelos, quien tenía la firme convicción de unificar criterios de educación y utilizar a la misma para unificar a la población del país, aceptando que su población estaba integrada por un vasto complejo cultural, social e ideológico.
Durante este periodo se establecieron bibliotecas comunitarias y escuelas rurales, se editaron libros de texto gratuitos, se otorgaron desayunos gratuitos y se impulsaron programas de alfabetización de la población; siendo la principal contribución de Vasconcelos el trabajo educativo en el campo mexicano.
Con la consolidación de la Universidad Nacional como la única institución que agrupaba a diversas escuelas y colegios de educación superior y sus subsecuentes transformaciones (desde el punto de vista administrativo) permitió que la Universidad Nacional obtuviera la autonomía administrativa y financiera para el pleno desarrollo de su actividades académicas y culturales, y los logros de la Universidad permitieron que se iniciara un proceso de expansión de la educación superior en todo el país inspirados este modelo.
Así se crearon once universidades entre 1917 y 1948, cinco escuelas técnicas superiores y cerca de treinta escuelas técnicas industriales y de nivel medio superior entre 1916 y 1931; estas últimas sirvieron de base para la creación del Instituto Politécnico Nacional durante el sexenio de Lázaro Cárdenas, mismo gobierno que obligó a las escuelas particulares mediante modificaciones constitucionales a seguir los programas educativos de la SEP.
Durante este mismo periodo, se impulsó a la educación a todos niveles ampliando la oferta educativa a todos los sectores de la población incluyendo a los trabajadores urbanos y rurales, creando centros de educación vinculados a los sectores productivos y alentando la educación técnica, otorgando becas, creando centro de educación tecnológica y comedores, estableciendo centros de educación vocacional de nivel medio superior.
De igual forma se dio un fuerte impulso al sistema educativo rural e indígena (sector de la población históricamente olvidado) creando centros de educación indígena, y fomentando la creación de escuelas regionales campesinas para la formar de profesores que cubrieran la demanda de ese sector educativo; también se crearon instituciones como el Instituto de Antropología e Historia y el Colegio de México.
En definitiva este es el periodo de consolidación del sistema educativo mexicano, por primera vez en la historia se puede observar un crecimiento constante de la matricula y de la escolaridad, aumentando el número de escuelas creadas y la planta docente a todos los niveles.
El sistema educativo mexicano contemporáneo (o donde perdimos el rumbo).
Históricamente han existido diversas situaciones políticas, ideológicas, sociales, culturales, militares y financieras que han dificultado el establecimiento de un sistema educativo auténticamente nacional y hoy en día contamos con uno de los sistemas educativos mas debilitados en la historia moderna.
Si bien con la implementación de los ideales revolucionarios se enriqueció el quehacer de las instituciones educativas mexicanas al ampliar el campo de acción de las mismas, en los últimos 40 años el sistema educativo se ha tornado como la encomienda provisional de políticos que ante la falta de una mejor posición dentro del gabinete del presidente en turno, reciben como premio a sus servicios patrióticos y encomiable lealtad, el puesto de secretario de educación volviéndolo poderoso bastión de funcionarios incompetentes y corruptos.
Hay que recordar algunos de los nombres de los más “recientes” secretarios de educación, ahondar un poco en sus trayectorias y compararlos con las biografías y trayectorias de aquellos que construyeron y consolidaron el primer modelo educativo mexicano exitoso; y encontraremos que los vacios personales de políticos como Miguel González Avelar, Manuel Bartlett Díaz, Ernesto Zedillo, Fernando Solana, José Ángel Pescador, Fausto Alzati, Miguel Limón Rojas, Reyes Taméz Guerra, Josefina Vázquez Mota y el recientemente nombrado Alonso Lujambio han generado y están gestando (esto ultimo por Lujambio) grandes vacios institucionales por ser personas que distan de poseer la trayectoria y la preparación que requiere el responsable de las políticas educativas de un país.
El cáncer (y aplica pues se trata de un mal que se genero focalmente en el seno de un sistema y terminó por hacer metástasis) de nuestro sistema educativo radica en algunos puntos como entregar el cargo de secretario de educación a gente políticamente incompententes y con una clara incapacidad para desmantelar el oprobioso y empobrecedor sistema de relación institucional entre la SEP y el SNTE que solo permite adquirir poder político a razón de 60 millones de dólares anuales por cuotas sindicales, con influencia para crear un partido político (Nueva Alianza)para atar de manos a presidentes y dirigentes de otros partidos (ya no digamos secretarios de educación), para designar (fuera de cámaras) a directores de la lotería nacional (que ahora son investigados por ser sospechosos de cometer algunos delitos) y del ISSSTE entre otras cosas.
El favorecer el sistema clientelar para la asignación de plazas docentes, los malos salarios de profesores, el establecer la eficiencia terminal como un parámetro de éxito del trabajo educativo sin importar el aprovechamiento de los alumnos, la disminución constante en inversión del gobierno federal en educación e infraestructura educativa (para incremento y mantenimiento de la misma), la falta de calidad en contenido de libros de texto, la supresión o disminución de horas clase de algunas materias de algunos grados de los niveles de educación básica (temporalmente o actualmente vigentes) como civismo, física, matemáticas, biología, química, la intervención de organismos calificadores particulares con cuestionados criterios de evaluación de la educación (CENEVAL), la constantes campañas de desprestigio en contra de la educación pública de nivel medio superior y superior y la existencia de un modelo económico administrativo que se encarga de otorgar los apoyos económicos y dádivas salariales a los investigadores del país y a sus proyectos (y sin mencionar a sus estudiantes de posgrado) han terminado sofocar la confianza y desarrollo no solo de los rubros educativos del país y también la generación de conocimiento, y recursos humanos altamente calificados que permitan desarrollar ciencia de calidad y en grandes cantidades y por supuesto tenemos como consecuencia el pobre desarrollo de tecnología propia.
Esto es consecuencia de los dos grandes cacicazgos consecutivos al interior del SNTE, Carlos Jonguitud Barrios (1974-1989) y Elba Esther Gordillo (1989-¿?) y sumados a la ineptitud de los secretarios de educación pública (sé que es reiterativo pero no es personal), han terminado por anquilosar un sistema que debe ser dinámico, propositivo, conciliador; retomando y reencauzando los ideales educativos de los pensadores, intelectuales y profesores que han participado en diferentes etapas en la construcción de una institución y su infraestructura que tiene como responsabilidad el dirigir las políticas educativas sin que estén de por medio el interés particular de líderes y políticos que se sujetan a lo económico y el poder. Los intereses políticos han impuesto al sistema de educación directrices concebidas en organismos internacionales que fundamentan sus criterios educativos en modelos económicos y políticos que distan de la realidad mexicana, y que hoy en día por los sucesos que acontecen dichos modelos se encuentran en una profunda crisis.
Como hoy sabemos, en las últimas décadas la generación de conocimiento se ha revolucionado, el surgimiento de nuevas necesidades como resultado de los avances tecnológicos, lo que obliga a tener un sistema educativo integrado por instituciones, autoridades y recursos humanos dinámicos que asuman sus obligaciones lejos de los intereses de particulares y de sindicatos, y que vean la realidad de una sociedad y gobierno sumidos en un proceso de globalización donde la demanda educativa se incrementa que invite y motive la inversión en infraestructura, acerque nuevamente a educadores, pedagogos, intelectuales, al rediseño y construcción de nuevas directrices educativas.

CARTA DE LA TIERRA


Carta de la Tierra
PREÁMBULO
Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.
La Tierra, nuestro hogar

La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo. La Tierra, nuestro hogar, está viva con una comunidad singular de vida. Las fuerzas de la naturaleza promueven a que la existencia sea una aventura exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la evolución de la vida. La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos. La protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado.
La situación global
Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables.
Los retos venideros
La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más. Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente. EL surgimiento de una sociedad civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas.
Responsabilidad Universal
Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales. Somos ciudadanos de diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en donde los ámbitos local y global, se encuentran estrechamente vinculados. Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud. El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza.
Necesitamos urgentemente una visión compartida sobre los valores básicos que brinden un fundamento ético para la comunidad mundial emergente. Por lo tanto, juntos y con una gran esperanza, afirmamos los siguientes principios interdependientes, para una forma de vida sostenible, como un fundamento común mediante el cual se deberá guiar y valorar la conducta de las personas, organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones transnacionales.
Top
PRINCIPIOS
I.RESPETO Y CUIDADO DE LA COMUNIDAD DE LA VIDA
1. Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad
a. Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de vida independientemente de su utilidad, tiene valor para los seres humanos.
b. Afirmar la fe en la dignidad inherente a todos los seres humanos y en el potencial intelectual, artístico, ético y espiritual de la humanidad.
2. Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.
a. Aceptar que el derecho a poseer, administrar y utilizar los recursos naturales conduce hacia el deber de prevenir daños ambientales y proteger los derechos de las personas.
b. Afirmar, que a mayor libertad, conocimiento y poder, se presenta una correspondiente responsabilidad por promover el bien común.
3. Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas
a. Asegurar que las comunidades, a todo nivel, garanticen los derechos humanos y las libertades fundamentales y brinden a todos la oportunidad de desarrollar su pleno potencial.
b. Promover la justicia social y económica, posibilitando que todos alcancen un modo de vida seguro y digno, pero ecológicamente responsable.
4. Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.
a. Reconocer que la libertad de acción de cada generación se encuentra condicionada por las necesidades de las generaciones futuras.
b. Transmitir a las futuras generaciones valores, tradiciones e instituciones, que apoyen la prosperidad a largo plazo, de las comunidades humanas y ecológicas de la Tierra.
Para poder realizar estos cuatro compromisos generales, es necesario:
II.INTEGRIDAD ECOLÓGICA
5. Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.
a. Adoptar, a todo nivel, planes de desarrollo sostenible y regulaciones que permitan incluir la conservación y la rehabilitación ambientales, como parte integral de todas las iniciativas de desarrollo.
b. Establecer y salvaguardar reservas viables para la naturaleza y la biosfera, incluyendo tierras silvestres y áreas marinas, de modo que tiendan a proteger los sistemas de soporte a la vida de la Tierra, para mantener la biodiversidad y preservar nuestra herencia natural.
c. Promover la recuperación de especies y ecosistemas en peligro.
d. Controlar y erradicar los organismos exógenos o genéticamente modificados, que sean dañinos para las especies autóctonas y el medio ambiente; y además, prevenir la introducción de tales organismos dañinos.
e. Manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los productos forestales y la vida marina, de manera que no se excedan las posibilidades de regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas.
f. Manejar la extracción y el uso de los recursos no renovables, tales como minerales y combustibles fósiles, de forma que se minimice su agotamiento y no se causen serios daños ambientales.
6. Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución.
a. Tomar medidas para evitar la posibilidad de daños ambientales graves o irreversibles, aun cuando el conocimiento científico sea incompleto o inconcluso.
b. Imponer las pruebas respectivas y hacer que las partes responsables asuman las consecuencias de reparar el daño ambiental, principalmente para quienes argumenten que una actividad propuesta no causará ningún daño significativo.
c. Asegurar que la toma de decisiones contemple las consecuencias acumulativas, a largo término, indirectas, de larga distancia y globales de las actividades humanas.
d. Prevenir la contaminación de cualquier parte del medio ambiente y no permitir la acumulación de sustancias radioactivas, tóxicas u otras sustancias peligrosas.
e. Evitar actividades militares que dañen el medio ambiente.
7. Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.
a. Reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de producción y consumo y asegurar que los desechos residuales puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos.
b. Actuar con moderación y eficiencia al utilizar energía y tratar de depender cada vez más de los recursos de energía renovables, tales como la solar y eólica.
c. Promover el desarrollo, la adopción y la transferencia equitativa de tecnologías ambientalmente sanas.
d. Internalizar los costos ambientales y sociales totales de bienes y servicios en su precio de venta y posibilitar que los consumidores puedan identificar productos que cumplan con las más altas normas sociales y ambientales.
e. Asegurar el acceso universal al cuidado de la salud que fomente la salud reproductiva y la reproducción responsable.
f. Adoptar formas de vida que pongan énfasis en la calidad de vida y en la suficiencia material en un mundo finito.
8. Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido
a. Apoyar la cooperación internacional científica y técnica sobre sostenibilidad, con especial atención a las necesidades de las naciones en desarrollo.
b. Reconocer y preservar el conocimiento tradicional y la sabiduría espiritual en todas las culturas que contribuyen a la protección ambiental y al bienestar humano.
c. Asegurar que la información de vital importancia para la salud humana y la protección ambiental, incluyendo la información genética, esté disponible en el dominio público.
III. JUSTICIA SOCIAL Y ECONÓMICA
9. Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental
a. Garantizar el derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad alimenticia, a la tierra no contaminada, a una vivienda y a un saneamiento seguro, asignando los recursos nacionales e internacionales requeridos.
b. Habilitar a todos los seres humanos con la educación y con los recursos requeridos para que alcancen un modo de vida sostenible y proveer la seguridad social y las redes de apoyo requeridos para quienes no puedan mantenerse por sí mismos.
c. Reconocer a los ignorados, proteger a los vulnerables, servir a aquellos que sufren y posibilitar el desarrollo de sus capacidades y perseguir sus aspiraciones.
10. Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel, promuevan el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible.
a. Promover la distribución equitativa de la riqueza dentro de las naciones y entre ellas.
b. Intensificar los recursos intelectuales, financieros, técnicos y sociales de las naciones en desarrollo y liberarlas de onerosas deudas internacionales.
c. Asegurar que todo comercio apoye el uso sostenible de los recursos, la protección ambiental y las normas laborales progresivas.
d. Involucrar e informar a las corporaciones multinacionales y a los organismos financieros internacionales para que actúen transparentemente por el bien público y exigirles responsabilidad por las consecuencias de sus actividades.
11. Afirmar la igualdad y equidad de género como prerrequisitos para el desarrollo sostenible y asegurar el acceso universal a la educación, el cuidado de la salud y la oportunidad económica.
a. Asegurar los derechos humanos de las mujeres y las niñas y terminar con toda la violencia contra ellas.
b. Promover la participación activa de las mujeres en todos los aspectos de la vida económica, política, cívica, social y cultural, como socias plenas e iguales en la toma de decisiones, como líderes y como beneficiarias.
c. Fortalecer las familias y garantizar la seguridad y la crianza amorosa de todos sus miembros.
12. Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las minorías.
a. Eliminar la discriminación en todas sus formas, tales como aquellas basadas en la raza, el color, el género, la orientación sexual, la religión, el idioma y el origen nacional, étnico o social.
b. Afirmar el derecho de los pueblos indígenas a su espiritualidad, conocimientos, tierras y recursos y a sus prácticas vinculadas a un modo de vida sostenible.
c. Honrar y apoyar a los jóvenes de nuestras comunidades, habilitándolos para que ejerzan su papel esencial en la creación de sociedades sostenibles.
d. Proteger y restaurar lugares de importancia que tengan un significado cultural y espiritual.
Top
IV. DEMOCRACIA, NO VIOLENCIA Y PAZ
13. Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia
a. Sostener el derecho de todos a recibir información clara y oportuna sobre asuntos ambientales, al igual que sobre todos los planes y actividades de desarrollo que los pueda afectar o en los que tengan interés.
b. Apoyar la sociedad civil local, regional y global y promover la participación significativa de todos los individuos y organizaciones interesados en la toma de decisiones.
c. Proteger los derechos a la libertad de opinión, expresión, reunión pacífica, asociación y disensión.
d. Instituir el acceso efectivo y eficiente de procedimientos administrativos y judiciales independientes, incluyendo las soluciones y compensaciones por daños ambientales y por la amenaza de tales daños.
f. Eliminar la corrupción en todas las instituciones públicas y privadas.
g. Fortalecer las comunidades locales, habilitándolas para que puedan cuidar sus propios ambientes y asignar la responsabilidad ambiental en aquellos niveles de gobierno en donde puedan llevarse a cabo de manera más efectiva.
14. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sostenible.
a. Brindar a todos, especialmente a los niños y los jóvenes, oportunidades educativas que les capaciten para contribuir activamente al desarrollo sostenible.
b. Promover la contribución de las artes y de las humanidades, al igual que de las ciencias, para la educación sobre la sostenibilidad.
c. Intensificar el papel de los medios masivos de comunicación en la toma de conciencia sobre los retos ecológicos y sociales.
d. Reconocer la importancia de la educación moral y espiritual para una vida sostenible.
15. Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración
a. Prevenir la crueldad contra los animales que se mantengan en las sociedades humanas y protegerlos del sufrimiento.
b. Proteger a los animales salvajes de métodos de caza, trampa y pesca, que les causen un sufrimiento extremo, prolongado o evitable.
c. Evitar o eliminar, hasta donde sea posible, la toma o destrucción de especies por simple diversión, negligencia o desconocimiento.
16. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.
a. Alentar y apoyar la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos tanto dentro como entre las naciones.
b. Implementar estrategias amplias y comprensivas para prevenir los conflictos violentos y utilizar la colaboración en la resolución de problemas para gestionar y resolver conflictos ambientales y otras disputas.
c. Desmilitarizar los sistemas nacionales de seguridad al nivel de una postura de defensa no provocativa y emplear los recursos militares para fines pacíficos, incluyendo la restauración ecológica.
d. Eliminar las armas nucleares, biológicas y tóxicas y otras armas de destrucción masiva.
e. Asegurar que el uso del espacio orbital y exterior apoye y se comprometa con la protección ambiental y la paz.
f. Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte.
Top
EL CAMINO HACIA ADELANTE
Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo. Tal renovación es la promesa de estos principios de la Carta de la Tierra. Para cumplir esta promesa, debemos comprometernos a adoptar y promover los valores y objetivos en ella expuestos.
El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente la visión de un modo de vida sostenible a nivel local, nacional, regional y global. Nuestra diversidad cultural es una herencia preciosa y las diferentes culturas encontrarán sus propias formas para concretar lo establecido. Debemos profundizar y ampliar el diálogo global que generó la Carta de la Tierra, puesto que tenemos mucho que aprender en la búsqueda colaboradora de la verdad y la sabiduría.
La vida a menudo conduce a tensiones entre valores importantes. Ello puede implicar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar la diversidad con la unidad; el ejercicio de la libertad con el bien común; los objetivos de corto plazo con las metas a largo plazo. Todo individuo, familia, organización y comunidad, tiene un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos, están llamados a ofrecer un liderazgo creativo. La alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la gobernabilidad efectiva.
Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra, por medio de un instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.
Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.

PROYECTO MODERNO


Diapositivas Educación Formal, Informal y No formal

Diapositvas Desarrollo Sustentable

CONCEPTOS


Progreso
Progreso significa, etimológicamente (del latín progressus), la acción de ir hacia adelante.
Se considera que el progreso conduce a mejorar la vida del hombre mediante el aumento de los bienes y servicios puestos a su disposición. Así, el progreso se mide por la capacidad para dominar la energía y por el grado de desarrollo tecnológico. Se cree que avances en los aspectos materiales de la vida se relacionan con mejoras en la cultura, la ética y la moral. Se parte del convencimiento de que con una producción ilimitada y un consumo ilimitado se logra la felicidad. Por lo tanto, el concepto de progreso se confunde con los valores de la sociedad. Pero el verdadero progreso de una sociedad tiene que ver más con el conocimiento, con la capacidad intelectual de su población puestos al servicio de la comunidad con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todos sus integrantes (satisfacer sus necesidades básicas, sus proyectos de vida, etc.).
Para economistas y tecnólogos el progreso parece no tener límites. Pero este crecimiento en apariencia ilimitado tiene efectos sobre el ambiente, tanto sobre la disponibilidad de los recursos (no renovables) como en la capacidad para absorber sus desvastadores efectos (contaminación). La idea del crecimiento continuo sólo la explica el desconocimiento de los sistemas naturales, su dinámica y sus procesos. Por lo tanto, no sólo se requieren límites a la innovación en tecnologías ambientalmente agresivas sino que, además, los problemas de agotamiento de recursos y contaminación no se resolverán con el desarrollo de tecnologías cada vez más complejas.
Desarrollo
Se entiende como desarrollo, la condición de vida de una sociedad en la cual las necesidades auténticas de los grupos y/o individuos se satisfacen mediante la utilización racional, es decir sostenida, de los recursos y los sistemas naturales. Para ello se utilizarían tecnologías que no se encuentran en contradicción con los elementos culturales de los grupos involucrados. Este concepto integra elementos económicos, tecnológicos, de conservación y utilización ecológica, así como lo social y político. La esfera de poder, dentro del contexto social se hace necesaria como forma organizativa y de cohesión legítima, legal y funcional dentro de grupos sociales y como instancia de toma de decisiones entre individuos.
Un sentido con mayor aplicabilidad y concreción en la definición de desarrollo establecería que el mismo está caracterizado por condiciones en las cuales los bienes y servicios se encuentran crecientemente al alcance de los grupos sociales que conforman la sociedad.
Esta característica implicaría una mayor integración social y económica dentro de las sociedades, y por ello se disminuiría la existencia de grupos viviendo en condiciones de marginalidad.
Por otra parte el desarrollo establecería una condición de acceso a los servicios sociales y a la participación social activa. En el primero de los casos se hace referencia a los sistemas de educación, y a la satisfacción de las necesidades de sobrevivencia en términos de alimento, vivienda, vestido, salud y seguridad. En el caso de la participación social activa se refiere a la capacidad del individuo y de las instituciones sociales a garantizar que las agrupaciones de poder sean instancias de intermediación entre los sujetos y actores en la toma de decisiones.
SUBDESARROLLO
Situación de aquellos países o regiones con sistemas de producción y hábitos de consumo que se consideran superados por el devenir de los tiempos. Estado de atraso económico en el que se encuentran muchos países o regiones, caracterizado por la baja renta per cápita, el exceso de población, el reducido nivel de ahorro y formación de capital, la carencia de tecnologías productivas modernas, los deficientes servicios públicos, el predominio de las actividades productivas del sector primario, en el que trabaja la mayor
parte de la población, el escaso grado de desarrollo, por el contrario, de los sectores industrial y de servicios, la baja de la productividad de la mano de obra en general y la falta de capacidad empresarial. El subdesarrollo es un problema económico, pero es también un problema social y cultural. Sin formación cultural y preparación técnica de la población no puede haber desarrollo económico. Ahondar en las causas del subdesarrollo es ahondar en las causas de la pobreza y la marginación de los pueblos. El subdesarrollo es siempre fruto de la existencia de unas estructuras económicas, sociales o políticas anticuadas. No hay países subdesarrollados, sino subadministrados.